¿Juegos de Seducción?

Paolo Sosa Villagarcia

Publicado en Noticias SER el 25/07/2012

He decidido enfrentar a la realidad, así que en cuanto se ponga linda me avisan.
Felipe

¿Ha visto alguna vez esos videos contra el acoso callejero? Esos en los que se llama la atención sobre la violencia que significa que una persona, normalmente un varón, le insinúe o grite frases con contenido “coqueto” o sexual a otra persona,  casi siempre una chica, mientras camina por la calle. ¿Los ha visto? Yo sí, y también los he visto convertirse en virales por las redes sociales junto con inspirados comentarios sobre la necesidad de detener este tipo de prácticas y extraerlas de raíz de nuestra sociedad. ¿Bacán no? Pero el problema continúa. No sé hasta qué punto sea parecido a cuando Kony 2012 invadió las cuentas de muchos peruanos que no sabían que Sendero Luminoso aún tenía niños secuestrados.

Sin embargo, hace unas semanas me enteré de una interesante propuesta que viene trabajando el observatorio virtual “Paremos el acoso callejero” (1). Este es un proyecto de estudiantes universitarios de la Pontificia Universidad Católica del Perú (Sí, señor cardenal, PUCP con la P y la C), con apoyo de la Dirección Académica de Responsabilidad Social (DARS), que busca “mejorar del uso y disfrute de los espacios públicos por parte de hombres y mujeres de la ciudad de Lima”. En éste no solo se encuentran los anuncios antes mencionados y estadísticas de este fenómeno a nivel internacional, sino también un estudio conducido por los propios alumnos sobre los efectos psicológicos de la violencia de género, fundamentalmente en el caso del acoso callejero.

Los resultados de este estudio, que espero puedan revisarlos (2), pueden parecer “obviedades” pero son absolutamente necesarios. En primer lugar, porque siempre es bueno monitorear este tipo de fenómenos, especialmente si se hace de manera sistemática y profesional.En segundo lugar, porque así se le otorga una importancia que trasciende el “compartir” videos particularmente llamativos, para concentrarnos en el problema de fondo. Según la encuesta “Lima cómo vamos” de 2011, solo el 0.7% de los encuestados indican que este es un problema importante que afecta la seguridad ciudadana (3). En tercer lugar porque, en comparación a otros recursos, constituye un esfuerzo más complejo para reconocer las reales magnitudes del problema.

Si miramos fuera de Lima, en la última edición de la revista Parlante (Año 27 – N°111), publicada por el Centro Guamán Poma de Ayala, se difundió una encuesta realizada por la misma institución sobre la situación de la mujer a nivel de la provincia del Cusco. Dejando de lado las suspicacias sobre la dificultad de registrar en una sola muestra la magnitud de un problema, encontramos un escenario igual de crítico. Un promedio del 24% de cusqueñas ha sido víctima “algunas veces” de acoso sexual callejero, bromas o comentarios incómodos sobre su vida sexual, miradas o gestos morbosos y presencia de carteles o imágenes sexualmente agresivas. Ante la pregunta sobre qué personas han sido regularmente los victimarios en casos de acoso, el principal responsable es una persona desconocida, seguida por amigos y compañeros de trabajo o estudio. Habría que tener en cuenta, además, que para medir “realmente” este tipo de problemas se requieren mecanismos más complejos como los usados por el observatorio antes mencionado, ya que es bastante común que la encuestada esconda información de este tipo.

¿Cómo se soluciona el problema? Ahí pasamos a una esfera más complicada. La visibilizar es el término preferido:Campañas, estudios y demás. La Marcha de las Putas, por ejemplo. ¿Funcionan? No sé, pero son necesarias porque realmente llaman la atención, a pesar de que algunas veces la respuesta es tan violenta como el fenómeno en cuestión (Para que aprendan cómo se siente, dicen). La otra frase preferida es “la cosa está en la educación” y es cierto. Hay que reconocer de una vez por todas que, lejos de contribuir con la solución del problema, la mayor parte de nuestras instituciones educativas escolares, especialmente las que son exclusivamente de varones, son espacios donde no solo se refuerzan, sino que se alaban estas actitudes.

Pero, vamos, ¿Cuántas veces nos han hablado de esto? Muchas personas incluso estarán pensando que ya es suficiente del tema. Ya aburren, dirán, déjense de recorrer sitios comunesy hablen de cosas menos “políticamente correctas”. Sí, es cierto, columnas como la que acaba de leer parecen ser trilladas. De hecho, puede leer en otros medios relatos más interesantes respecto al tema, pero lo importante es pensar que, a pesar de todas las letras gastadas, el problema continúa. Nada ganamos con la apatía porque en buena parte estas palabras “que ya aburren” son como una hormiga dentro de un hormiguero con toneladas de información que alimenta y refuerza la violencia de género: programas de televisión, periódicos e industrias culturales desde la música hasta el cine. Y tampoco seamos cínicos en este punto: todos los consumimos y celebramos eventualmente.

Y es que habría de dejar de lado la doble moral. No seamos cínicos y reconozcamos que tenemos interiorizadoun problema, que no es suficiente solo reconocerlo si, llegado el momento, no dudaremos en comentar las bondades de diversas partes del cuerpo de una mujer en voz alta mientras se aleja de nosotros. Tampoco yo vendré con el cuento, ni tú ni yo somos inocentes. Cuesta mucho reconocer que nuestras actitudes cotidianas son violentas. Por eso mismo es importante tener iniciativas como ésta. Un observatorio dedicado exclusivamente a tratar el acoso sexual callejero en base a investigaciones que ofrezcan resultados de estudios aplicados a personas de ambos sexos puede tener un impacto más profundo. Muchas veces la respuesta a estos problemas es “hay que tener empatía”, de pronto individualmente es ya todo un reto aprender a respetar a  los demás, y por eso que hayan grupos humanos dispuestos a dar un paso más y trabajar estos temas con proyección hacia la sociedad es un hecho que tiene que ser reconocido y felicitado, mucho más si es una iniciativa de jóvenes.

Notas:
(1)    http://paremoselacosocallejero.wordpress.com/nosotros/
(2)    http://paremoselacosocallejero.wordpress.com/observatorio-virtual/result…
(3)    Ciertamente son más visibles y fuertes los problemas de robo y pandillaje (indicados como los más problemáticos).

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